Consiento
Debo morir. Y sin embargo, nada
muere, porque nada
tiene fe suficiente
para poder morir.
No muere el día,
pasa;
ni una rosa,
se apaga;
resbala el sol,
no muere.
Sólo yo que he tocado
el sol, la rosa, el día,
y he creído,
soy capaz de morir.
José Ángel Valente, “A modo de esperanza” (1953-1954)
No hay comentarios:
Publicar un comentario